El se introduce en mi mente creándome una temperatura corporal elevada, superior a la normal.
Siento un impulso instintivo, excitante, interno, continuo.
Experimento una actividad física que no puedo controlar.
Abro la puerta, empleo el tacto en los muebles para guiarme en la oscuridad.
No esperaba esto, pero no lo voy a posponer.
Escucho su voz en susurros, de forma suave me guía y me dejo llevar.
Mis manos me responden en forma adecuada proporcionándome un goce y
una energía acelerada en mis hormonas femeninas, que elevan mi temperatura
hasta derramar partes ocultas de mi cuerpo.
Puedo ver la variación en zonas de su cuerpo.
Percibo sus sensaciones, su premura, su dilatación. Siento su calor.
Me pregunto cuanto de esto es amor, cuanto deseo.
No se si lo voy a poder separar.
Solo se que quiero rendirme en sus brazos,
fundir su cuerpo y el mio,
que no quepa entre ellos ni un rayo de luz.
Que tendrá de normal esta locura.
Quien me asegura que esto es normal,
si cuando me roza prendo fuego al mar…
Todo no es casualidad.
@amparoperezortola © 30.01.2017
Publicado 25.06.2017